ACCESO A LAS APLICACIONES:
La carpeta inicio:
Comprobar que el programa o
aplicación no tiene una opción para iniciar con el sistema
Comprobar que el programa no
se encuentra en la carpeta Inicio / Startup
Comprobar el registro del
sistema (siguiente punto)
Una vez nos hemos asegurado de
que la aplicación no tiene una opción propia para deshabilitar su inicio, vamos
a la carpeta Inicio y eliminamos el acceso. Si no está, pasaremos al siguiente
punto, aunque hay que tener un par de cosas antes de hacerlo. Desde la
introducción de los usuarios en Windows no hay sólo una carpeta Inicio,
sino varias. Concretamente, una por cada usuario del sistema, más dos
adicionales: La de AllUsers, para todos los usuarios, y la deDefaultUser,
utilizada para crear perfiles nuevos.
En la mayoría de los casos
bastará con hacer clic secundario en el menú de inicio y elegir la opción
correcta: Abrir para todos los usuarios, o abrir, lo que nos llevará
a nuestra carpeta personal. Conviene comprobar ambas.
El registro del sistema:
Windows se basa en una serie
de ficheros en los que se almacena la configuración del sistema, los cuales
componen el famoso registro de Windows. El mismo es editable a través de
un programa del propio Windows, para el que por supuesto necesitaremos derechos
de administrador, algo que no es problema si el ordenador es nuestro.
Para ejecturar el editor abrirmos la ventana de Ejecutar y escribimos regedit. Automáticamente
estaremos ante un editor de claves en el que tendremos que buscar las
siguientes rutas:
HKEY_CURRENT_USERSoftwareMicrosoftWindowsCurrentVersionRunHKEY_LOCAL_MACHINESOFTWAREMicrosoftWindowsCurrentVersionRun
Ambas contienen la misma
información que podría contener la carpeta Inicio: Una serie de rutas de
aplicaciones que se ejecutarán en el inicio del sistema. Conviene tenerlas
bajo control, y éste debe ser uno de los primeros sitios que miremos cuando el
sistema se vuelva inestable debido a que una aplicación desconocida está en
ejecución.
Editar las claves del registro
es algo que sólo debería hacer un usuario avanzado, o al menos un usuario que
sepa lo que hace. Aún así, es fácil identificar los programas ajenos al sistema
echando un vistazo a sus rutas.
Aplicaciones externas:
Por último, y tal vez la
opción más aconsejable para usuarios poco expertos, utilizar alguna aplicación
como CCleaner, del que hemos hablado varias
veces y no sólo nos ayudará a elegir las aplicaciones de inicio -basta con ir a
la opción Startup -> Windows para acceder a la misma lista que tenemos en el
registro de Windows-, sino que nos ayudará a limpiar otra serie de elementos
como archivos temporales y residuales de Internet o el propio sistema
operativo.
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